Hay palabras y hay personas que me han inspirado mucho a la hora de plantear las dimensiones y criterios de mi participación social, y para iluminar también, junto con otras muchas personas voluntarias en Alboan, nuestra organización como ciudadanía crítica que intenta transformar con criterios de justicia que hoy es justicia socioambiental y justicia de género.
"La nueva ciudadanía como diálogo global y local" - Martin Iriberri
Algunas de esas palabras tienen que ver con las personas pequeñas en lugares pequeños haciendo cosas pequeñas de Galeano… Y otras tienen que ver con lugares del mundo como El Salvador y personas como Ellacuría, o con Colombia y Pacho De Roux. Ellacuría nos habló desde el intento de reconciliación nacional de las mayorías excluidas como lugar o de la realidad real como criterio. Y mi compañera del Programa por la Paz, Carmenza Muñoz, años después decía en medio de las violencias en Colombia, a quien quisiera escucharle, que la participación social en la resolución del conflicto tenía que contener tanta denuncia y tanto anuncio como las de aquellas campesinas y campesinos atrapados por la violencia de una y otra parte.
Desde estos criterios de las personas excluías como centro y como realidad, y de la participación social como denuncia, pero también y necesariamente como anuncio, vamos acompañando desde Alboan, junto a otras muchas organizaciones e iniciativas sociales, esa transformación a veces silenciosa, a veces conflictiva y compleja, y siempre participativa y nunca individual o solitaria. Hace más de 25 años que nacieron las organizaciones de cooperación internacional, las ongs, y desde entonces hemos sido protagonistas y parte del proceso de transformación social.
Otras palabras que expresan este compromiso son las de “otro mundo posible” que yo suelo traducir por otro mundo no solo posible sino “también necesario”.
Quizás ongds como Alboan hemos aportado el acento del sur, o del sur global, a la construcción de nuestras demandas de ciudadanía local aquí en nuestro entorno cercano. Los techos de cristal de la equidad de género, el reconocimiento de los bienes de la tierra como regalos comunitarios y no como recursos privatizables, la participación social en diversidad que requiere ejercitar de maneras diferentes los mismo derechos y deberes o la solidaridad intergeneracional, ya rota desde hace años, son la oportunidad de dialogar no sólo interna o localmente, sino en un diálogo “glocal” de procesos emancipadores.
Estas miradas desde las causas justas globales nos permiten situarnos en el centro de nuestra responsabilidad, pero no en el centro de nuestro pequeño universo. Tenemos que aprender a leer los ODS con criterios de universalidad. Y son ellas, las personas protagonistas de las causas justas en las fronteras de nuestro mundo, las que a través de Alboan y otras organizaciones de cooperación internacional tenemos la oportunidad de escuchar. Y son estas voces las que hacen de nuestro territorio un espacio de debate y de construcción de ciudadanía más integro, más local, pero también más universal.
Martin Iriberri - Director de Alboan