"Comunidad que cuida, comunidad compasiva" - Naomi Hasson

El objetivo es simple y a la vez muy ambicioso: lograr que las personas que viven en un mismo barrio afloren su interés y preocupación por el otro y en un mismo municipio se cuiden entre ellas. Es, en definitiva, conseguir generar una comunidad compasiva que aporte un mayor bienestar a sus integrantes.

Naomi Hasson - Responsable del proyecto Getxo Zurekin (Fundación Doble Sonrisa)

Naomi Hasson - Responsable del proyecto Getxo Zurekin (Fundación Doble Sonrisa)

Para hacer esto, nos apoyamos en proyectos como Getxo Zurekin que, implantado en la localidad vizcaína que le da nombre, promueve el cambio de paradigma en la comunidad para lograr un relato común de apoyo y compasión hacia las personas con enfermedad avanzada, dependencia, final de vida y duelo. Contempla acciones en cuatro ámbitos diferentes: sensibilización, capacitación, investigación e implementación. Y se articula sobre diferentes pilares que convergen y suman hacia el mismo objetivo: Café en Compañía; Death Café; Tejedoras Comunitarias; Grupos de Duelo de Ayuda Mutua, Teatro Comunitario, Acompañamientos a personas y sus familias que se encuentran en situación de cuidados paliativos, y muchas más. Nuestro objetivo es entender lo que está pasando en el municipio y de la mano de la comunidad facilitar respuestas comunitarias que den soluciones a las necesidades percibidas, y así influir en las políticas públicas para cambiar la experiencia de sufrimiento de las personas, entendiendo la comunidad como un actor imprescindible en la transformación de esta experiencia: caminando hacia una mirada compasiva, hacia una cultura paliativa. 

Es importante, por un lado, generar espacios para conectar a las personas que tienen algún tipo de necesidad relacionada con situaciones de soledad no deseada. Con ello creamos vínculos, potenciamos proyectos en común, construimos puentes y damos fácil acceso a recursos existentes. También es fundamental tomar café y hablar con normalidad de la vida y la muerte, con el objetivo de construir espacios de diálogo sobre esta temática. También me gustaría recalcar que cada persona, desde nuestra propia biografía, podemos acompañar a otros con pequeños gestos de compasión, identificando personas que están sufriendo en nuestro entorno.

El proyecto “Getxo ZUrt!”, por ejemplo, pretende visibilizar -y normalizar- la eventual presencia de distintos grados de sufrimiento emocional en diferentes momentos de la vida de todas las personas. En las situaciones más graves, este dolor emocional puede derivar en profunda desesperanza, e incluso ideas de muerte o suicidio. Afortunadamente, la mayor parte de las veces, la desesperanza, la depresión y demás condicionantes que pueden derivar en la pérdida de motivos para vivir pueden combatirse eficazmente. Tal es así que la inmensa mayoría de las personas que, habiendo considerado en situaciones críticas la posibilidad de morir voluntariamente, reciben el apoyo necesario, nunca morirán por suicidio. Este proyecto visibiliza las causas del dolor emocional y capacita a la ciudadanía en la prevención, abordaje y posvención (atención de las personas que sufren la pérdida de un ser querido por suicidio) del suicidio en Getxo. Todo ello desde una perspectiva de salud pública y enfoque comunitario, enfrentando una realidad hasta ahora silenciada.

En definitiva, con estas acciones interconectadas creamos espacios que activan Bizkaia, de una manera especial, y que promueven la participación de la ciudadanía, para poder hablar de lo que sentimos, hablar con el otro de lo que a veces nos cuesta más hablar. Empoderamos a la comunidad para hacerles saber que pueden hacer mucho para acompañar al otro, estar, hacer acto de presencia y no abandonar. Con ello, potenciamos la comunidad solidaria y compasiva porque como dice Eduardo Galeano “Personas pequeñas, en lugares pequeños, haciendo cosas pequeñas pueden cambiar el mundo”.