Nos enfrentamos a las noches electorales con ganas de vivir alguna sorpresa. Algún partido que logre una mayoría absoluta donde no se esperaba, un resultado ajustado que haga que la victoria se decante por quién aparentemente tenía menos posibilidades de ganar, un nuevo partido que irrumpa en el escenario político. No nos engañemos, la vida sin adrenalina es menos vida.
"Para conectar, con ganar las elecciones no basta" - Eva Silván
Las emociones, al fin y al cabo, cumplen una función de motivación que nos predispone a repetir una y otra vez comportamientos vinculados con emociones positivas.
Pero la vida también es una sucesión de acontecimientos intrascendentes que nos proporcionan cotidianidad y costumbres. Lo más normal son noches electorales sin grandes sorpresas, por mucho que vivamos en la sociedad de la adrenalina constante, del estimulo permanente. Quién va a ganar o no las elecciones es algo que somos capaces de anticipar gracias a las encuestas electorales y a la capacidad técnica y humana para analizar grandes cantidades de datos que nos permiten avanzar escenarios y analizar las grandes corrientes de fondo que subyacen más allá de quién gane o pierda.
Es ahí donde merece la pena detenerse y prestar atención porque, más allá de quien gane las elecciones, las corrientes de fondo anticipan cambios que nos hablan de una acumulación de elementos microscópicos que sedimentados en el tiempo producen cambios: nuevas composiciones socio demográficas, nuevas preocupaciones, nuevas realidades, nuevos tipos de relaciones y, en definitiva, una nueva manera de entender y configurar una agenda política y social, que cada vez se parece menos a la de hace 20 años.
Si hay un territorio donde el resultado electoral no admite sorpresas ese es Bizkaia. La victoria del partido que ocupa el gobierno foral se da por hecha, a la espera de que bizkainos y bizkainas acudan a votar el próximo domingo #28M. La hegemonía del partido del gobierno foral es tan mayoritaria que no acusa ni el cambio de candidatura ni el desconocimiento de la nueva candidata: la marca PNV resulta imbatible en Bizkaia. Es tan imbatible que Bizkaia es el territorio donde EH Bildu, el partido al alza, menos crece de todo Euskadi.
Lo que sí que crecerá es la abstención, que puede rondar el 40% frente al 34% de las últimas elecciones municipales celebradas en 2019. Se confirma así algo que también sabemos, una parte muy importante de la sociedad bizkaina está desconectada de la política y lo que suceda el día 28 le es ajeno. Y entre los más desconectados de la política, las personas jóvenes, tal y como nos confirman los datos del último EiTB Focus que hemos analizado en Silvan&Miracle. Estrategias de Asuntos Públicos.
Jóvenes, a los que la política que representan los partidos no les produce ninguna emoción. Personas jóvenes que no encuentran motivación, ilusión o interés en participar en el ritual por excelencia de la democracia como son las elecciones. Pero si miramos a las corrientes de fondo, son quienes están en primera línea de las grandes transformaciones de nuestro tiempo: son los más comprometidos y comprometidas con el medio ambiente y la sostenibilidad, son los que más y mejor usan la tecnología, los que han hecho del feminismo una bandera y quienes abrazan la diversidad identitaria que caracteriza a una sociedad en transformación. En definitiva, son quienes anticipan una agenda política transformada.
Si la nueva Diputada General quiere conectar con las personas jóvenes, deberá alejarse de la tentación de caer en la complacencia ante unos resultados electorales que seguramente le favorezcan, y mirar a esas corrientes de fondo que anticipan cambios para dar respuesta a las nuevas necesidades que surgen. Deberá escucharlos, cederles protagonismo y deberá estar abierta a otras formas de ejercer la política: menos burocratizada, más ágil, más horizontal, más participativa, más abierta, más diversa y donde los temas que se aborden respondan a las cuestiones que interesan y preocupan a las personas jovenes. Tendrá cuatro años por delante para saber cuáles son y para ponerlo en práctica.
Eva Silván
Directora de Asuntos Públicos en Silvan&Miracle