Hicham Hamoujan

En busca de un futuro mejor

Me llamo Hicham. Soy un joven marroquí de 27 años. Hace ya cuatro años que llegué a Barakaldo para tratar de buscar un futuro mejor para mí y mi familia. Los primeros meses fueron muy duros. Vivía en la calle y sin papeles es imposible encontrar trabajo. Me pasé cerca de siete meses durmiendo en la calle. Recuerdo que durante el confinamiento, más de cincuenta personas estábamos viviendo en el polideportivo de Barakaldo. Conocí la asociación Agharas mientras estaba viviendo en la calle; participaba en actividades de tiempo libre, iba a las cenas, me pusieron una “pareja lingüística”... Agharas me proporcionaba apoyo material y emocional, que me ayudaba a olvidar a ratos la situación en la que estaba. Cuando por fin salí de la calle, comencé yo mismo a participar como voluntario en Agharas para echar una mano a la gente nueva que llegaba a la ciudad. Participaba en la organización de las cenas, excursiones, clases de guitarra… Con el tiempo, acabamos formando el grupo de música “Agharasen bidean”. Durante el confinamiento, nuestro compañero Aritz acudía varios días a tocar la guitarra para hacernos más llevadero el confinamiento. Desde ese momento, un grupo de personas decidimos crear un curso de guitarra que llevamos a cabo durante meses. Así, después de varios ensayos, se creó el grupo de música, cuyo objetivo es fomentar el intercambio cultural (cantamos canciones en castellano, euskara, amazigh y árabe) y el acercamiento a la comunidad de las personas de origen diverso.

También participo en el grupo de coordinación de Agharas y soy representante de la asociación en el Consejo Vasco de la Juventud, participando en la comisión de “convivencia y paz”. También participé en el Foro Transpirenaico junto con otros jóvenes de ambos lados de la frontera en la localidad de Hondarribia.

Agharas me ha dado la oportunidad de devolver parte de lo que a mí otras personas me dieron en el momento más difícil de mi vida. Me ha ofrecido redes, participación social, identidad colectiva... ¡Casi nada!