Vivo en euskera y para mantenerlo empecé a trabajar a favor del euskera
Como dice la canción de Gorka Urbizu, «nací en un pueblo pequeño, con el euskera como punto esencial en el País Vasco, y gracias a eso soy lo que soy». Hace años que me vine a vivir a Usansolo y como si me hubiera estrellado contra una pared, el castellano me golpeó. Vivo en euskera y para mantenerlo empecé a trabajar a favor del euskera. Para mis hijas quiero un entorno euskaldun que permita relacionarme en euskera.
Preocupados por este tema, creamos la Comisión de Euskera de la escuela, un grupo de padres que compartíamos la misma preocupacion. Tenemos claro que para relacionar a nuestros niños y niñas en euskera nosotros tenemos que dar ejemplo, tomar conciencia y construir entre todos, tanto la escuela pública vasca como el pueblo euskaldun. La escuela está y debe estar vinculada al pueblo, los niños son el futuro del pueblo.
Cuando se me presentó la oportunidad di un pequeño paso y me uní al grupo de euskera del pueblo. Entramos gente nueva y formamos un grupito para seguir con el trabajo realizado durante años.
Al año se nos presentó la 4ª edición de Euskaraldia. Estamos ante el primer Euskaraldia que vivirá Usansolo como pueblo. En el grupo de euskera, tenemos claro que teníamos que participar en él e inscribirnos como pueblo, por lo que nos pusimos en contacto con el ayuntamiento de Usansolo. El Ayuntamiento se ha inscrito en Euskaraldia y Euskara Taldea ha asumido el papel de dinamizador a nivel local de Euskaraldia. Mediante una convocatoria abierta hemos constituido la comisión de Euskaraldia formada por algunos ciudadanos y representantes de asociaciones.
Desde entonces, estamos preparando actuaciones, fiestas, charlas, canales de comunicación y actividades que se organizarán en torno a Euskaraldia. Las primeras fueron las inscripciones de entidades, informamos y animamos a las asociaciones a participar. Después hicimos la presentación de Euskaraldia,y amenizamos el pueblo con una bertso kalejira. Como las inscripciones individuales ya están en marcha, hemos instalado una mesa informativa y las redes sociales están a tope con el lema 500 baietz. Queremos conseguir 500 inscripciones para superar el número de las ediciones anteriores. Este reto que ha asumido el país lo vemos posible, pero conseguir una cifra redondeada requiere mucho trabajo. Pero, el verdadero reto no se limita a este ejercicio, va más allá, se trata de cambiar los hábitos lingüísticos, hay que adoptar la actitud para ampliar el rol que va a asumir la gente a lo largo de todo el año, mostrar disposición ante el euskera y apostar por el uso de nuestra lengua.
El día 29, celebramos una fiesta todo el día, en la que predominó la comida popular y la música. Tengo que mencionar que ha sido imprescindible la colaboración de los grupos y de la gente del pueblo en la elaboración del programa, ya que creemos que la participación ciudadana es fundamental para cambiar la realidad del euskera que tiene Usansolo y dar más presencia al euskera. Si queremos transformar el pueblo, tenemos que hacerlo desde el pueblo. Por este motivo, tuvimos la fiesta del Km 0, con músicos y cocineros locales.
Euskaraldia es un ejercicio que se realiza en toda Euskal Herria, pero cada pueblo trabaja en torno a sus realidades y necesidades. Nosotros hemos implicado a la gente, hemos dado importancia al euskera y hemos representado a gente con realidades diferentes para subrayar que en este proyecto todos tenemos cabida.
Ahora bien, como en todas las iniciativas a favor del euskera, el objetivo es claro: dar impulso al euskera. Nuestro pueblo lo necesita, hay que reforzar la presencia del euskera, movilizar a la ciudadanía, tomar conciencia y revitalizar el euskera.
La relación de los vascos con el euskera es a la vez de sufrimiento y disfrute. El euskera ha recibido numerosas agresiones y podemos decir que se encuentra en una situación grave. A menudo me produce estrés dirigirme a la gente en euskera y mantenerme en ello. He sido testigo de numerosos debates y he recibido palabras inadecuadas.
Pero, amo el euskara, es mío, me hace feliz y quiero salir de la asfixia y respirar, y quiero vivir en euskera con naturalidad. Mi trabajo por el euskera es una lucha, una forma de vida, un medio de subsistencia. Lo he heredado de mis padres y lo he trasmitido a mis hijas, así lo he vivido siempre, y si su situación no varía, mi forma de ser voluntario en favor del euskera seguirá siendo una militancia.